Queda firme y no se deshace, y se puede comer frío (de hecho está más rico!), así que es ideal para llevar si nos vamos de excursión, de picnic...
Ingredientes
1 pimiento rojo pequeño
1/2 berenjena
1 calabacín pequeño
1/2 cebolla
Un puñadito de judías verdes
1/2 bloque de tofu
Hierbas al gusto: tomillo, eneldo, albahaca, orégano
Pimienta
Aceite de oliva
1 vaso de harina de garbanzos
1/4 de vaso de maicena
2 vasos de agua
1 cucharadita de levadura nutricional (opcional)
Cúrcuma (si queremos que nos quede más amarillo)
Así se hace
- Cortamos las verduras y el tofu en daditos, picamos la cebolla. Sofreímos la cebolla en aceite de oliva y cuando empiece a dorarse añadimos el resto de verduras y el tofu y lo dejamos a fuego medio unos 20 minutos.
- Añadimos las especias, sal y pimienta.
- En un bol ponemos la harina de garbanzos con la maicena, el agua y la levadura y mezclamos con las varillas, hasta que nos quede una mezcla homogénea parecida a un huevo batido.
- Añadimos las verduras a la mezcla y vertemos en un molde rectangular apto para horno.
- Horneamos unos 35 minutos.
La harina de garbanzos es un buen sustituto del huevo, para preparar tortilla vegana, postres o pasteles como este. Además, no contiene colesterol ni gluten, y sí un montón de propiedades: proteína vegetal, hidratos de carbono, vitaminas del grupo B, Omega 6, hierro... No olvidemos que estamos comiendo legumbres, aunque no lo parezca :)
Una buena alternativa al pastel de verduras tradicional ;)
Hola Ester, qué pinta tiene tu pastel y qué buena idea lo de meterlo en el horno!! Al principo me ha parecido como una tortilla, pero así tiene menos grasa. Otra receta que me apunto ;-)
ResponderEliminarBesitos!
Sí, es parecido a la tortilla vegana, pero un poco más ligera. Gracias por pasar por aquí :) Besos
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